'); document.write('
'); document.write(''); document.write(''); document.write(' | '); document.write('
noviembre 2024 | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
dom. | lun. | mar. | mié. | jue. | vie. | sáb. |
1 | 2 | |||||
3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 |
10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 |
17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 |
24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 |
marzo |
De catalanes, vascos y "castellanos recios"...
o de como querer ofender y no saber.
tres minutos
Tres minutos. tres ... pero que intensos !!!. Su mano no permanecia quieta, parecia tener vida propia y no respondia a las ordenes de su amo, iba de oreja a nariz, de nariz a oreja... y vuelta a empezar. Tal era la saña con que la mano hurgaba que llegue a temer por una perforacion de timpano o una fractura de tabique nasal. El tren no llegaba a la estacion, y la mano continuaba su constante viaje de ida y vuelta. Por fin llegamos, consegui bajar al anden antes de que se produjeran las temidas lesiones y con la sensacion de haber presenciado un espectaculo rara vez, gracias a dios, repetible. El tren siguio su camino y por rabillo del ojo, vi que la mano seguia tambien su viaje, de nariz a oreja y viceversa.